Claudia Rodríguez

Mientras el señor Felipe Calderón se reunía en Tokio, Japón con directivos de empresas como Mitsubishi, Panasonic y Toyota, con el objetivo de presentarles las oportunidades que México ofrece a inversionistas extranjeros -y en dicho encuentro todo era cordialidad y miel sobre hojuelas-, la automotriz nipona Toyota enfrenta un descrédito terrible a nivel mundial por fallas en el acelerador de miles de sus vehículos vendidos en el continente americano.